Artículo publicado en la última columna semanal del periodista Wayne Bessen resumido por CEGLA.
(Wayne Bessen es un activista, autor y disertante por los derechos GLTB y especialista en el fraude ex -gay y las terapias reparativas)
Un artículo que invita a reflexionar y opinar:
“Si hay algo que me molesta es la Iglesia de Roma predicando acerca de mi moral sexual. Es algo así como una secta liderada por un papa virulentamente
homofóbico que se sale de su función para denigrar a mi familia, pues mientras mi familia
jamás gastó un centavo para defenderse
contra cargos de abuso y pedofilia inexistentes, el Vaticano lleva gastados
2.500 millones de dólares en honorarios
de justicia, programas y pagos
extrajudiciales por abusos sexuales a menores”.
“¿Porqué tendría que escuchar lo que esta gente “santa” tiene para decir ? Durante los 24 años que tengo salido del closet
y trabajando dentro de organizaciones LGTB no puedo recordar un solo amigo,
conocido o colega que haya sido acusado por abuso de menores. Tampoco ninguno
de los líderes de estos grupos ocultó, o
pagó sumas de dinero para proteger a sus organizaciones. Sin embargo esa es la
conducta obscena que ha caracterizado todo el tiempo al Vaticano convirtiéndonos
(a las personas gltb) en chivos expiatorios para oscurecer su
criminalidad”.
La última preocupación de la Iglesia Católica pasa por tratar que las legislaturas estatales
modifiquen los estatutos de limitaciones para abusos sexuales de niños a su
conveniencia, es decir reduciendo el período de tiempo en que la persona
molestada puede realizar la denuncia a
partir de la fecha en que el abuso tuvo lugar.
“Pareciera que la Iglesia está preocupada en salvar su propia piel en
lugar de pagar el correspondiente precio por aquellos cuya piel fue violada”
“Todo esto me lleva a formular la siguiente pregunta: ¿ porqué los católicos
mas progresistas continúan apoyando una institución intolerante, homofóbica y
misógina, capaz de ocultar horrendos crímenes
contra pequeños indefensos?” “Y no soy yo la única persona que se pregunta
esto; el pasado 1 de junio la Fundación denominada Freedom From Religion publicó
en una página completa del diario USA Today
que . De acuerdo al aviso, si uno cree que puede
cambiar la iglesia desde adentro se está engañando a sí mismo. Permaneciendo dentro de esa iglesia la gente
está haciendo daño a los derechos de las
mujeres, de las minorías sexuales y de los niños y en un sentido está
permitiendo que todo eso siga ocurriendo”
Bill Keller, columnista del
New York Times, urgía hace poco a que los católicos busquen una nueva iglesia.
Según Besen, las personas
solemos tener diferentes excusas y explicaciones para permanecer dentro de espacios que hacen
daño y que no son sanos, del mismo modo que muchos gays tienen excusas dudosas para no salir de sus armarios. Lo mismo sucede con muchos católicos y católicas. Pero la salida no es tan difícil, dejar una
iglesia no es dejar la fe, sino en todo caso enaltecerla. Y hoy día existen comunidades de fe con una
mirada diferente, que buscan la justicia y la inclusión.
“Estás cansado y cansada de
sentirte mal por todo esto, ¿tenés temor de salir? , pero si ya ellos te
echaron o te hicieron a un lado por tu sexualidad, a vos, a tu familia y
algunos de tus principios de fe… vamos
busca otra iglesia, no te conviertas en alguien que fomenta lo malo”
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