sábado, 28 de septiembre de 2013

EX- GAYS, MUY NERVIOSOS

EX – GAY  HOMOFOBICOS,    MUY NERVIOSOS

Aquellos miembros de la  “industria” Ex –Gay que están   decepcionados por el fracaso de Exodo Internacional, el ministerio líder y pionero en la “cura” de homosexuales,  ya no saben  a qué medios  recurrir para remontar su nefasta actividad.   Entre ellos se destaca    Peter LaBarbera[i]  uno de los referentes más conocidos por su  virulenta homofobia  que no se conforma con el desmoronamiento del  falso Dios de los “ex homosexuales”   reducido a escombros al tiempo  que sus ministerios se van despedazando.  Sus rezos desesperados apuntaron al recién creado programa de corte extremadamente radical  conocido como Restored Hope Network  (algo así como Red de Esperanza Restaurada)  formado por algunos ex  líderes de Exodus [ii] que siguen propagando la  falsa esperanza de heterosexualidad para muchos gays y lesbianas cristianos que creen su mensaje. 

Pero todo parece indicar que su Dios no está respondiendo a sus oraciones.  Según el periodista Wayne Besen y   a pesar de la amplia difusión mediática,  una de  sus recientes conferencias sólo pudo albergar unos 100 participantes entre público y disertantes, contra miles de asistentes en los mejores tiempos de Exodo[iii]

Lo cierto es que en  los Estados Unidos el  descrédito de estos programas es  muy grande, razón por la cual   intentan introducirse  con fuerza y sin escatimar recursos por toda  América Latina. 
Según dijo en un programa de radio operado por la organización de derecha conocida como Liberty Counsel “Ellos quieren que la gente les diga que (la homosexualidad) es buena, que es algo normal, que es como todas las cosas.  Pero no es así.  Es pecado y además puede cambiarse, puede ser superada.  Con la ayuda de Dios mucha gente ha dejado ese estilo de vida”[iv] .

Como resultado  de su homofobia LaBarbera   ha venido trabajando por años en el  estereotipo que   llama  “estilo de vida gay”.  Según relata Wayne Besen en su libro  Anything But Straight, este hombre “está obsesionado en perseguir el costado más sórdido de la vida gay incluyendo frecuentes visitas a establecimientos donde la gente  tiene  sexo” y otras prácticas promiscuas para publicarlo en su página web como si se tratara de una práctica común a todos los homosexuales.   En tal sentido el conocido activista ex –gay   Wade Richards,   dijo haber sido  impactado al conocer la  oficina de LaBarbera:   “jamás había visto tanta pornografía en toda mi vida…había miles de revistas pornográficas gay…[él decía que ] eran para investigación” (!!!)[v] lo que Besen describe como una perversa y  bizarra fascinación.

En el  programa de radio  agregó  además que “lastimosamente en sus demandas por aprobación, los activistas homosexuales están usando los mecanismos del estado… para promover y celebrar el pecado… este  pecado que algunas décadas atrás  nadie osaba nombrar… y ahora quieren incorporar el pecado de Sodoma a la institución del matrimonio”.

Este es el pensamiento de quienes en su gran homofobia siguen trabajando para engañar -por suerte a cada vez menos creyentes,  seducidos por  su mensaje de pecado y condenación, tratando de mostrar que la homosexualidad es inevitablemente promiscua y riesgosa para la salud[vi].




[i] Peter LaBarbera, de 50 años es fundador y presidente de “Americans for Truth about Homosexuality” (AFTAH) , Americanos por la Verdad sobre la Homosxualidad.
[ii] Entre ellos Andrew Comiskey, asiduo visitante a la Argentina invitado por ministerios de restauración locales y autor del libro “Persiguiendo la Plenitud Sexual; Como Jesús Sana al Homosexual”
[iii] http://www.truthwinsout.org/news/2013/06/35835/
[iv] The Advocate,  September 2013
[v] Anything But Straight, Wayne Besen, Pág. 77
[vi] LaBarbera, por ejemplo,  citando un controversial trabajo titulado “The Health Risks of Gay Sex” que difunden grupos católicos y evangélicos ultraconservadores.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Discriminación por Orientación Sexual, una controversia que nos invita a reflexionar

Una controversia que puede ocurrir también entre nosotros

Hablamos de un tema que recientemente tomó estado público dentro de la sociedad estadounidense y  que bien puede suceder entre nosotros  presentando un dilema que  nos abre  a   una serie de cuestiones nuevas  sobre las cuales resultaría  interesante reflexionar con mesura y objetividad.
La historia ocurre una ciudad del interior de EEUU.  Dos chicas que se van a casar encargan su torta de bodas a una panadería del lugar.  Cuando el matrimonio dueño del comercio se entera que las mujeres son lesbianas le niega el servicio aludiendo razones de carácter moral y religioso.
A raíz de ello las dos mujeres decidieron  presentarse ante las autoridades alegando que fueron discriminadas por su orientación sexual.  Ante esa situación y el enojo de muchos conciudadanos los dueños del comercio decidieron cerrar las  puertas de la tienda  para seguir trabajando a pedido  desde su casa.

“No tenemos nada contra los homosexuales (?)… esto sólo tiene que ver con nuestra moral y nuestras creencias religiosas” comentó uno de sus dueños que en un reportaje para la cadena cristiana CBN (Christian Broadcasting Network)  dijo que “los activistas LGBT han usado tácticas mafiosas para obligarles a cerrar su negocio”  Según sus propios dichos todo obedece a su creencia de que el matrimonio es una institución ordenada por Dios en Génesis 2:24.

Un cliente vecino dijo  a la prensa que le “entristece enterarse acerca del cierre del negocio y que es  terrible vivir en un país donde nuestros ancestros lucharon por las libertades para que ahora se critique y amenace a algunas personas simplemente por lo que creen”


Esta historia  nos invita a pensar  sobre la legitimidad de alguien pueda negarse a ofrecer un servicio en base a determinados principios  como ocurre  en este caso con  los religiosos que si bien pueden ser muy discutidos, forman parte del derecho que tienen todas las personas de ejercer su fe y sus creencias.  Sin embargo es cierto que la negativa responde a una actitud de discriminación que  por ejemplo en otro tiempo podría haber involucrado a alguien  de color, o de otra religión, que sería más o menos lo mismo. Entonces   ¿Qué hacer?  ¿ esta clase de discriminación es un derecho y una libertad? ¿En términos de justicia  resulta éticamente  inaceptable?  ¿podrán existir ciertos límites o restricciones a la libertad de uno o de otro, en este caso de vender y de comprar? ¿Qué es lo correcto en un caso como este?.  Todas éstas son preguntas que se plantean y  que ameritan una sana discusión.

Los dueños de la panadería dijeron "que permanecerán firmes y que la libertad religiosa ya no es una libertad... es increíble que ya no podamos practicar nuestra fe?  .... ¿tienen razón?