¿IGNORAR O DEBATIR?
QUÉ HACER CON AQUELLOS QUE
ATACAN USANDO TEXTOS BÍBLICOS CONTRA LAS PERSONAS
HOMOSEXUALES.
Wayne Besen,
fundador de la organización Truth Wins Out (TWO) hace referencia a una profesora de estudios
religiosos de una universidad
norteamericana quien sostiene que debatir con los fundamentalistas es algo así
como perder el tiempo mientras que lo mejor que se puede hacer es ignorarlos.
Sin embargo
desde nuestra experiencia en CEGLA a lo
largo de 10 años no creemos que sea exactamente así. Claro
que en nuestro país, y probablemente a lo largo de toda Latinoamérica no se dan
grupos cristianos de alta virulencia homofóbica como los que se representan en
la fotografía con carteles que más o menos rezan “cambio o infierno” o “Dios
odia a los maricones”. Con tales
personas definitivamente sería imposible dialogar.
En nuestro
contexto nos encontramos con dos clases de creyentes entre los que adhieren
a una línea fundamentalista. Por
un lado aquellos que están completamente cerrados a cualquier posibilidad de
diálogo y re-examen de sus posturas, y
por otro aquellos que habiendo absorbido el discurso de que la Biblia claramente
condena la homosexualidad, estarían no obstante dispuestos a conversar y
tomarse un tiempo para examinar los
fundamentos de quienes entienden que en realidad no es así, (es decir nosotrxs). Lastimosamente la experiencia nos indica que hallar creyentes bien predispuestos es casi como encontrar una aguja en un pajar.
Aun así, me
parece que el esfuerzo no es inútil. Tal
vez tengamos que ignorar al primer grupo, es decir no perder el tiempo con ellos,
pero estar siempre atentos a aquellas personas creyentes (especialmente quienes
están en alguna posición de liderazgo) para tirar la caña de pescar y ver si pica. Entonces quizá habremos ganado un aliado o
aliada. En todos estos años aunque muy contadas veces podemos decir que eso nos ha sucedido. Quizá necesitamos expandir nuestras redes
para alcanzar más gente.
Buscar
aliados no implica simplemente encontrar
creyentes a quienes convencer de lo que creemos
pues no es eso lo que perseguimos.
Buscar aliados es fundamentalmente abrir la posibilidad de que se generen espacios de inclusión para
tantos cristianos y cristianas GLTB que han sufrido en carne propia el discurso de condenación, que no les quedó
otra que ocultarse para poder
pertenecer, que no han contado con alguien que los pudiere escuchar y comprender, y en muchos casos que finalmente tuvieron que alejarse a veces
presa de conductas peligrosas y autodestructivas.
Cada vez que
tuvimos la oportunidad de encontranos con alguien abierto a dialogar en
forma honesta (y recalco esto último)
el resultado siempre fue positivo. Tenemos que entender que se trata de un
proceso que suele llevar su tiempo, tal como nos pasó a nosotros mismos, pero
cuando el terreno es fértil, es decir cuando
en el corazón del otro hay amor,
compasión y misericordia nos daremos cuenta de que no estamos perdiendo el
tiempo.
Tenemos que sembrar, con la confianza de que quien hace crecer la semilla es Dios.
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