En su acostumbrada columna semanal, el periodista norteamericano Wayne Besen acaba de abordar los recurrentes escándalos en los que prominentes lideres políticos y religiosos de los EE.UU. conocidos por su abierta homofobia han sido descubiertos por llevar una vida homosexual oculta.
Bajo el título "Tenemos que admitirlo: la homofobia es tan gay..." Besen destaca que estos episodios no son hechos aislados ni meras coincidencias sino que forman parte de un patrón dominante que sugiere que los más acérrimos homófobos son por lo general gay. Un trabajo realizado por la Universidad de Minesota le pone sustento a la intuición: los hombres que ostentan una virulenta retórica anti-gay son los más propensos a recurrir a la pornografía gay.
Tenemos que advertir que no se trata de meras noticias periodísticas sino que es una cuestión bastante seria porque en su actividad pública estos inescrupulosos sinvergüenzas incitan a la persecución de las personas GLTB fomentando y promoviendo leyes discriminatorias y contrarias a los derechos de la diversidad sexual con desvastadoras consecuencias sobre la comunidad gay.
Entre los últimos casos descubiertos, cita al senador de Puerto Rico Robert Arango, al legislador de Indiana Phillip Tinkle y al senador Larry Craig, todos ellos reconocidos homófobos que en sus vidas secretas recurrían a la pornografía y servicios de prostitución.
En este espacio de CEGLA recogimos noticias similares en varias ocasiones especialmente en casos ocurridos dentro de la derecha religiosa como el del pastor Ted Haggard presidente de la alianza de iglesias evangélicas norteamericanas, sin dudas el mas resonante de todos.
En la foto el senador Robert Arango
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