Diputados aprobó el proyecto de ley sobre matrimonio gay
Con 125 votos en favor y 109 en contra, los legisladores modificaron artículos del Código Civil que permitirán el casamiento entre parejas del mismo sexo
Con gran alegría recibimos la noticia de la aprobación con media sanción por parte de la Cámara de Diputados de la Nación Argentina de la ley que habilita a contraer matrimonio civil con adopción a las parejas del mismo sexo.
"Estamos dando un paso muy importante en la igualdad de derechos y restituyendo la dignidad de un sector que venía humillado y discriminado por su tratamiento desigual frente a las leyes", argumentó Vilma Ibarra, autora del proyecto -junto con la ex diputada socialista Silvia Augsburger-, que reemplaza la definición "hombre-mujer" por "contrayente" para los actores del casamiento civil. Sobre la cuestión que generó más controversias, Ibarra agregó: "No estamos dando a los homosexuales el derecho a adoptar. Ese derecho lo tienen, hoy ya lo hacen". Luego deberá tratarlo el Senado, una Cámara más conservadora en la que los números estarán más ajustados.
Se trata de un acontecimiento impensable hace apenas unos años. Quienes siguieron las distintas exposiciones puedieron apreciar las numerosas expresiones de apoyo de parte de muchísimos diputados/as manifestando como denominador común que este es el trinunfo de la equidad de derechos dentro de una sociedad que reconoce que todos somos iguales ante la ley. Las expresiones en contra se caracterizaron por un ferviente fanatismo carente de fundamentos sólidos.
Resta ahora el tratamiento en el Senado. Cualquiera sea el resultado allí, aunque deseamos que pueda ser convertido en ley, ya de por sí, implica un hito en la historia de las luchas de las personas gltb que merecen ser reconocidas y dignificadas después de una larga historia de oprobio a lo largo de muchos siglos.
El reconocimiento de derechos fundamentales y la dignificación de las personas no heterosexuales, ayudará a muchos a salir del armario del sufrimiento, de la verguenza, del miedo al rechazo y de la automarginación.
Con 125 votos en favor y 109 en contra, los legisladores modificaron artículos del Código Civil que permitirán el casamiento entre parejas del mismo sexo
Con gran alegría recibimos la noticia de la aprobación con media sanción por parte de la Cámara de Diputados de la Nación Argentina de la ley que habilita a contraer matrimonio civil con adopción a las parejas del mismo sexo.
"Estamos dando un paso muy importante en la igualdad de derechos y restituyendo la dignidad de un sector que venía humillado y discriminado por su tratamiento desigual frente a las leyes", argumentó Vilma Ibarra, autora del proyecto -junto con la ex diputada socialista Silvia Augsburger-, que reemplaza la definición "hombre-mujer" por "contrayente" para los actores del casamiento civil. Sobre la cuestión que generó más controversias, Ibarra agregó: "No estamos dando a los homosexuales el derecho a adoptar. Ese derecho lo tienen, hoy ya lo hacen". Luego deberá tratarlo el Senado, una Cámara más conservadora en la que los números estarán más ajustados.
Se trata de un acontecimiento impensable hace apenas unos años. Quienes siguieron las distintas exposiciones puedieron apreciar las numerosas expresiones de apoyo de parte de muchísimos diputados/as manifestando como denominador común que este es el trinunfo de la equidad de derechos dentro de una sociedad que reconoce que todos somos iguales ante la ley. Las expresiones en contra se caracterizaron por un ferviente fanatismo carente de fundamentos sólidos.
Resta ahora el tratamiento en el Senado. Cualquiera sea el resultado allí, aunque deseamos que pueda ser convertido en ley, ya de por sí, implica un hito en la historia de las luchas de las personas gltb que merecen ser reconocidas y dignificadas después de una larga historia de oprobio a lo largo de muchos siglos.
El reconocimiento de derechos fundamentales y la dignificación de las personas no heterosexuales, ayudará a muchos a salir del armario del sufrimiento, de la verguenza, del miedo al rechazo y de la automarginación.
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